lunes, 18 de febrero de 2008

COLLAS Y CAMBAS

Collas o habitantes del occidente representan la imagen de la Bolivia andina que se exporta al resto del mundo, y cambas, los bolivianos que viven en el oriente, o la parte más rica en recursos naturales del país.

Desde una visión externa como la mía, Bolivia no es una realidad homogénea, existe una diferencia bien marcada entre el oriente y el occidente, que va desde la altitud, el clima, el carácter de la gente……sin embargo estas diferencias no son su contradicción central, tampoco otras que surgen en las distintas regiones, si las comparamos con las realmente preocupantes.

Un día en la chiquitinia, región de la parte oriental de Bolivia, charlando con una mujer que al principio parecía normal me dijo que yo había tenido mucha suerte en venir a trabajar al lado civilizado de Bolivia, "por ahí tu familia está preocupada porque piensa que estas con los salvajes esos del altiplano esos collas de mier…." Y otra sarta de barbaridades que casi hacen que me caiga al suelo de espaldas.

Desde ciertos sectores de la parte rica y productiva se está fomentando un odio racista a la parte menos favorecida económicamente del país, que se ha potenciado muchísimo desde que un “colla” indígena está de presidente. Y yo me pregunto, ¿es esto casual? ¿Que intereses y de quien en fragmentar y dividir el país para debilitarlo?

Versiones hay varias pero yo creo que centrar el problema de la división de Bolivia en collas y cambas es una buena forma de esconder el problema real y de fondo del país; la diferencia entre clases sociales, entre ricos-pobres, explotadores-explotados.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Carol, soy arquitecta Chilena y he estado averiguando sobre arquitectos sin fronteras. Me gustaría si me pudieras contar como uno puede colaborar en la Ong, cuales son los medios para llegar a postular y las posibilidades q existen. Muchisimas gracias de antemano,
Danitza

iven dijo...

Hola Carol: soy arquitecta vivo actualmente en londres, estoy un pco desconectada del trabajo social aca pero no quiero perder el vinculo naci en bolivia y me crie en argentina, y entiendo tu forma de ver, me siento adentro pero a la vez soy solo una expectadora, lo que siempre percibo cuando voy a bolivia es esa tencion profunda instaurada hace siglos dificil de cambiar o llevarla hacia a un lugar mas positivo, constructivo y asi poder haer que las dos partes puedan fortalecerce y modificar su realidad, bolivia es un pais tan rico, pero todabia hay cosas que tiene que madurar gracias por expresarlo tan bien con tus palabras.
muchos saludos
ivenka salinas

GONZALO dijo...

Hola Carol, la forma de expresarte luego de haber percibido de forma tan clara y concisa un problema que ya lleva sus buenos años, es sin duda algo encomiable, digno de destacar hacia vuestra persona y es presisamente esta coyuntura la que me motivo a abondonar el pais y embarcarme en un rumbo distinto, aca en Barcelona-España, desarrollando trabajos nuevos pero totalmente diferentes a lo que respecta mi area de Arquitecto Boliviano.
Recibe un fuerte abrazo y espero tener la oportunidad de poderos conocer e intercambiar algunas ideas y experiencias.
Hasta entonces.

Ariel dijo...

Hola Carol, soy arquitecto boliviano, específicamente del occidente de la ciudad de La Paz (capital política de Bolivia). Yo pienso que esta división se produjo por diferencias políticas y no como dice la señora por los indígenas o gente de una clase social media o baja que pertenecen a diferentes regiones territoriales; esta visión de dividir y confrontar a personas de oriente contra los de occidente, lo provocaron los políticos que tanto tiempo han saqueado nuestros recursos naturales y patrimoniales. En esencia pienso que no hay cierta fragmentación humana, a lo contrario tengo confianza en que la gente de mi país “Bolivia” siempre ha estado unida.

Yo creo que existe ese espacio en que la gente (sea de cualquier clase social) encontrará el espacio adecuado para la felicidad, tranquilidad, paz y convivencia humana, ese espacio está ahí y solo espera que lo moldeemos.

Ronald Cheker