miércoles, 26 de septiembre de 2007

FIEBRE DEL SABADO NOCHE

Recuerdo la primera vez que salí de viaje de cooperante hace ya tres añitos; me fui de voluntaria a Argentina dos meses, y no faltó quien se sorprendió; “¡Que Carol se va dos meses a Argentina en verano!, ¿que son fiestas?”, je,je el comentario me hizo gracia, y a mucha gente que conocía a fondo mi faceta de “salir a darlo todo” la noche del sábado le chocaba que la incombustible que no llegaba a casa antes de las ocho de la mañana o se quedaba en casa como mucho uno de los nueve días de los sanfermines tuviera ganas de cambiar el mundo.

En Camiri nada que ver, no es que se me hayan pasado las ganas de pasármelo bien, ¡Dios me libre!, pero el cambio de hábitat y de vida ha hecho que me tome las cosas de forma más tranquila, y disfruto con ello también.

Pero ¿en que consistiría una noche de marcha camireña?.
Se va a casa de alguien, se cena si se tiene hambre y se bebe, se bebe y se bebe y luego para demostrar al resto del pueblo que estas borracho se va al karaoke, te sientas en una mesa, sigues bebiendo y observas como la gente canta sus canciones preferidas. Si te gusta cantar o el grado de alcohol que llevas en el cuerpo te hace creer que cantas bien, pues cantas tu también, pero tienes que hacerlo bien, porque es algo que se toma muy en serio y cuando cantan lo hacen con todo su alma puesta en el micrófono. Como eso de cantar no es uno de mis fuertes me paso la noche escuchando futuras promesas y bebiendo cerveza, que no es que la cerveza no me guste, pero tampoco es una de mis maneras favoritas de divertirme, por eso es que tampoco he salido mucho.

Pero también hay otra excusa para beber “paceña” sin parar que me gusta mas, son las fiestas en las casas y son muy curiosas, a mi me hacen mucha gracia.

Se hacen en los patios de las casas y constan de un D´J con altavoces que bien podrían servir como banda sonora para todo Camiri, sillas, globos o guirnaldas, un motivo para hacerlas, bien sea un cumpleaños, bautizo…y los invitados con sus regalos.

Como te toque una de esas cerca de casa olvídate de dormir hasta las 5 de la mañana a no ser que la cumbia villera te sirva de nana.

Vamos a ver como se ordenan los ingredientes de las fiesta:

Llegan los invitados, aunque te hayan dicho que la fiesta empieza a las 7 de la tarde mejor vas sobre las 9 ó 9.30 porque si no te pegarás dos horas solo. Entras en el patio adornado con los globos de colores o guirnaldas y te encuentras a las sillas formando un circulo. Le echas una ojeadilla y eliges estratégicamente cual será la tuya. Yo por lo general esto lo tengo fácil, como me suelen invitar a fiestas a las que no conozco a casi nadie en cuanto veo a un conocido ahí que voy. Le das tu regalo al anfitrión y te sientas en lo que será tu trono por el resto de la noche.

Alguien te da un vaso, te lo sirve, y no te creas que vas a poder beber cuando tengas sed, ja,¡ni lo sueñes! por ahí no te apetece beber y desentonas con el resto, no. Una persona, cualquiera de los invitados sirve, va sirviendo cada poquito tiempo a todo el redondo de sillas, y si tu vaso está por la mitad cuando llega tu turno, te lo tienes que beber para que te lo vuelva a llenar y que no descansen los riñones en toda la noche. También está la modalidad del “ te invito”. Alguien te mira, te sonríe y mirándote levanta su vaso; eso quiere decir que te invita a beber, el que estaba encargado de servir los vasos va directo hacia ti, y ya puedes estar etílico que no puedes rechazar una invitación y te tienes que tomar lo que el “servidor de cerveza” te eche. Ni se te ocurra rechazar una invitación porque se lo toman muy mal, aquí con el alcohol no se juega. Y que contar si eres extranjera y el personaje exótico de la fiesta, la de veces que me he sentido morir cuando me salía la cerveza por las orejas intentando esquivar miradas para no ser victima de la quinceava invitación en media hora y veo de reojo a alguien que se acerca estratégicamente a mi con su vaso bien altito para que no me pueda escapar de su invitación.

Después de estar dos o tres horas bebiendo y bailando, se saca la comida, a veces se para la música y otras simplemente se baja el volumen y cada uno sentadito en su silla y con el plato en la mano se come hasta la última papa, ya que para entonces suele haber un hambre que para que contaros.

Lo que más me gusta es que no hay que cantar y puedes bailar durante horas, cosa que suele ayudar a sudar la cerveza y no te reviente la barriga. Y esa es otra cosa que me encanta, el ritual folclórico del baile. Se baila en medio del circulo y siempre, siempre, siempre en pareja, ya sea la cumbia villera, reguetón, Ricky Martin o los del Río al son de la Macarena, pero no de cualquier manera, nooooooooooooo las parejas deben estar alineadas y al final se forma una fila doble enorme, las mujeres a un lado y enfrente cada una tiene a su pareja bailando.

De todos los bailes “la Chacarera” es la danza estrella, y no es para menos,¡que baile tan bonito, alegre y elegante! me he prometido a mi misma que no me puedo ir del chaco boliviano sin aprender esa manera de moverse al compás de los violines. Ahora cuando oigo una chacarera no me quedo quieta pero lo bailo a mi manera como me sale, se puede decir que me invento los pasos, pero una mujer que la sabe bailar bien puede llegar a seducir a cualquier alma con la feminidad de sus movimientos.

Pero sin duda lo mejor de la mayoría de las fiestas a las que he ido es que duran dos días, Dios me encanta esta gente!!!.Yo por lo general el segundo día me porto bien, ya que suele ser en domingo, y todavía no me siento tan camireña como para no ir el lunes a trabajar porque todavía me dura la borrachera o estoy con un clavo de aupa, como hacen algunos por aquí, que no todos.

¡Como voy a echar todo esto de menos! Quizá haya exagerado un poquito, pero la verdad es que he ido a varias fiestas a las que no conocía a casi nadie, y me he sentido realmente bien, el carácter de esta gente le da el encanto especial a este tipo de eventos, gente alegre, divertida y cariñosa que por nada del mundo ha permitido que sienta sola en medio de un circulo de sillas llenas de desconocidos.

1 comentario:

raperleo dijo...

Creo que la descripción de la "fiebre de sábado por la noche" camireña es excelente. Quizá te faltó anotar que, de vez en cuando, los dueños de la fiesta le "pegan" llave a la casa y, por supuesto, ¡a esperar que la fiesta acabe¡. También, que se toma vino tinto mezclado con gaseosa (preferentemente coca, fanta o gaseosa con cola de cualquier marca).
Estas costumbres son del oriente boliviano, con algunos matices diferentes: La chacarera (aparte de en varias regiones argentinas) se baila desde Yacuiba hasta Santa Cruz (el chaco boliviano). Más al norte, Santa cruz, Beni y Pando la reemplazan por "chobenas" y "carnavalitos" y otros bailes que tambien son muy vistosos y originales y que son interpretados por bandas de musica, las que incluso interpretan la cumbia villera "laura".
Espero que tengas oportunidad de conocer mas de estas noches de "fiebre de sábado por la noche". Te felicito por lo que haces.